Las personas pasamos por momentos en los que perdemos nuestra motivación. No, no eres el únic@. Etapas de bajón durante las cuales todo nos aburre y nuestra energía está por los suelos. Quizás vas al trabajo, nada te motiva y tienes que adoptar esta sonrisa falsa cuando hablas a tu querid@ jefe/a. O has emprendido algo y al principio te daba mucha ilusión pero dudas tras dudas el fuego inicial de tu motivación ahora apenas es una ceniza. La vida, y el trabajo, es como una montaña rusa, con subidas y bajadas. Si estás en una de esas caídas, te mostraré cómo recuperar tu motivación de nuevo.
“Siempre es temprano para rendirse”. Norman Vincent Peale.
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1. Acuérdate del por qué lo estás haciendo
La motivación suele ser uno de los sentimientos más efímeros en el ser humano. Va y viene. Cuando nos sentimos motivados, por lo general, centramos nuestros esfuerzos en algo o en alguien. Nunca olvides tus metas o las personas a las que beneficiarás volviendo a ser tu mismo.
Recordar por qué estamos haciendo algo, te ayudará a recobrar fuerzas para volver a la lucha.
Es muy fácil que pierdas el impulso que tenías al principio, al encontrar motivación y cuando fijaste tu objetivo. Por eso, tienes que recordarte constantemente por qué comenzó todo.
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2. Crear un entorno anti-bajón
Por lo general, rodearnos de un entorno positivo ayuda a mejorar nuestra motivación. Personas alegres que nos den el empujón que necesitamos. Un ambiente de trabajo en el que nos sintamos a gusto, son elementos fundamentales para sentirnos motivados y dispuestos a ser la mejor versión de nosotros mismos.
El esfuerzo que hagas hoy siempre será valorado mañana. Piensa en positivo y comparte tus logros con los demás. Ellos sabrán como animarte.
“Nunca, nunca, nunca, nunca te rindas”. Winston Churchill
Escucha las experiencias de los demás. Esto te ayudará a tener una visión mucho más motivadora de tu día a día. Escuchar cómo otros lo han conseguido te recordará que si ellos han podido hacerlo tú también lo conseguirás.
Habla a la gente sobre tu objetivo, escribe en tus redes sociales tus progresos e incluso busca grupos en línea y fuera del internet que tengan tus mismas metas. De este modo tendrás gente que te apoye y motive constantemente.
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3. Levántate del sofá y conviértete en una mujer o un hombre de acción
El movimiento se demuestra andando. Así que sentado no lograrás nada. Muévete. Si logras dar unos pasos el resto del cuerpo te seguirá o eso sería la actitud. Todo es cuestión de empezar. Pon un poco de tu parte y conviértete en una persona de acción para recuperar tu motivación. Si no te gusta tu trabajo y quieres reinventarte sirve poco entrar en el bucle de las quejas. Fija un objetivo y fija una acción hacia ello, aunque sea mínima. No tiene que ser nada extremo, fija algo alcanzable, como hablar con amigos y pedir sus consejos. Piensa que es un paso hacia conseguir lo que más quieres.
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4. Sueña en grande, empieza pequeño, actúa ahora
Bien, ahora que te has puesto en marcha y que tienes claros tus objetivos, es momento de comenzar a dar pequeños pasos hacia tu meta. Recuerda que granito a granito de arena nacieron las playas.
[ctt template=”3″ link=”SPeqm” via=”no” ]Recuerda que granito a granito de arena nacieron las playas.[/ctt]
Si intentas dar pasos grandes es probable que no veas resultados inmediatos y que eso termine por frustrarte y no queremos eso. Es una justamente una gran fuente de perdida de motivación. Son batalla a batalla que se ganan las guerras. Ve obteniendo pequeñas victorias y verás cómo tus sueños te parecen más cercanos cada día.
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5. Respira lentamente como un super yogui y descansa
Hasta Dios descansó después de su gran obra. Permítete momentos para relajarte y distraerte. Sal de la carrera y toma unas respiraciones profundas para celebrar ya todo lo que has cumplido. Descansa de vez en cuando para volver a tope cargad@ de energía. La motivación no es constante, si no lo has entendido hasta ahora 😉 baja y sube. No eres un vag@. sino completamente normal. Escuchate y aprende a aprovechar el descanso cuando tu motivación no está a su nivel más alto. Lo necesitas. Tranquil@ que volverá al rato. Aprende a desconectar de la rutina y duerme ocho horas diarias. Además una mente relajada es mucho más productiva que una llena de estrés. El buen descanso es parte de tu éxito. No te juzgues por ello. Y si quieres relajarte en el trabajo puedes fijarte en este truco infalible según la ciencia.
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