“Puedes tener resultados o puedes tener excusas, pero nunca ambos” Anónimo
Todos encontramos excusas que interfieren en la realización del trabajo de nuestros sueños.
En realidad, las excusas no son más que justificaciones de nuestras creencias limitadoras. Para dejar de dar poder a nuestras excusas que no nos sirven para avanzar, necesitamos entender lo que significan y convertirlas en otros tipos de pensamientos. Pensamientos que nos ayudarán.
No se trata de ser irrealistas. Se trata de salir de nuestro camino habitual, el que no nos funciona hasta ahora, y empezar a utilizar las cualidades y habilidades para hacer lo que queremos hacer.
#1 No tengo suficiente tiempo
Una de las excusas más comunes que escucho de mis clientes para no hacer algo. Tengo que decir que lo entiendo perfectamente. Antes también era una de las personas que decía “nunca tengo tiempo”.
Sin embargo, cuando investigamos con un cliente como está pasando sus 24 horas al día, resulta que no es estrictamente cierto. ¿Qué es más importante: ver la televisión o pasar 30 minutos dando un paso hacia tu trabajo ideal? Te has de preguntar qué es lo esencial en tu vida.
Si necesitas más tiempo, empieza a priorizar y sacar el tiempo. Y recuerda que puedes empezar con 30 minutos o incluso 15 min al día.
#2 No tengo suficiente dinero
Muchas personas van a esta conclusión sin definir exactamente lo que significa “suficiente dinero” con cifras. ¿De cuánto hablamos, 1.600€, 10.500€, 50.400? Incluso si esta cifra está fuera de nuestro alcance en este momento, no hay razón para detenerte. Una vez que has evaluado exactamente esta cifra, estás en una posición mucho mejor para obtener lo que necesitas, ya sea a través de un ahorro, pidiendo un aumento, vendiendo cosas que ya no necesitas o dando pequeños servicios mediante retribución. Incluso puede ser que te des cuenta de que es momento de hacer un plan de negocio, para poder pedir un préstamo.
#3 No tengo suficiente conocimiento/habilidad
Esta excusa valía tal vez hace 10 años. Hoy en día, ya no. No hace falta que dejas tu trabajo, te apuntas a una universidad y te pones a estudiar toda una carrera otra vez; hay cantidad de Masters, pequeños cursos, formaciones que puedes combinar al mismo tiempo con tu trabajo. Incluso mucho de ellos ahora se pueden hacer en línea. Con la tecnología toda la información que necesitas está a tu alcance. Ya puedes empezar para comprarte libros recomendados, aprender del tema que más te apasiona y verás que dentro de algunos meses te puedes convertir en un auténtico experto. ¿Además, cómo empieza todo el mundo? Desde cero. Es así y no hay más. Entre más temprano trabajes en ello, será mejor.
#4 Es demasiado arriesgado.
Esto puede ser cierto, pero no es una razón para darte por vencid@. Identifica exactamente qué parte del trabajo de tus sueños es arriesgado (¿Perder mucho dinero? ¿Dejar un trabajo estable? ¿Tienes miedo que otras personas te juzguen?).
La pregunta que vale ahora es: ¿Cómo podrías minimizar este riesgo? ¿Cuál es tu plan B si tu plan A no funciona? Seguro que no tiene nada insuperable.
#5 No sé si alguien ha hecho esto antes.
Lo más probable es que sí. Invierte tiempo para encontrarlos. Observa ¿cómo lo hacen, qué habilidades tienen? ¿Qué estrategia utilizan? Si eres un verdadero pionero, entonces ¡bueno para ti! Date permiso para ser audaz y marcar tu diferencia.
#6 Quizás no tengo éxito.
El miedo al fracaso es una de las razones más comunes (y muy comprensibles) para que la gente no persiga sus sueños.
Si estás luchando con este miedo, imagina que estás al final de tu vida y piensa que te arrepentirías más: ¿Probar y (posiblemente) que no funciona, o no intentar nada y nunca darte la oportunidad de tener éxito?
Recordar que la vida es corta y tenemos que hacer lo posible para vivirla de la mejor manera que se puede.
¿Cuáles son tus excusas para no trabajar de lo más que te gusta?
Enviame un correo a hola@porfinlunes.com y te podré ayudar.
