“No sé qué hacer en la vida”,
“No soy feliz con mi trabajo, pero no sé cómo solucionarlo”,
“Me siento estancado/bloqueado profesionalmente”,
“¿Qué hago con mi vida?”,
“Estoy muy perdido”,
“No sé cuál es mi propósito… ¿Para qué sirvo en la vida?” “Me aburro, ¿Qué hago con mi vida?”
(Inserta aquí cualquier otra frase que refleje tu hastío, aburrimiento y falta de sentido vital cuando no sabes qué hacer).
¿Te suena alguna de estas afirmaciones?
No soy adivina, pero tengo la sensación de que, como yo, te has sentido identificado con alguna de estas frases al menos una vez en la vida.
Si lo que quieres es cambiar de rumbo y tomar el control de tu vida, te invito a que leas este artículo.
Indice
¿para que soy bueno ?
Hemos llegado al punto clave. Para trabajar en lo que te gusta debes hacer práctica de:
Puede que tal como la frase de Confucio, ya hayas encontrado esta palabra en algún lado, pero, aunque no lo creas, es lo que marcará la diferencia en tu vida de ahora en adelante.
Simplemente eres humano y, como tal, la incertidumbre y la sensación de no saber qué quieres hacer en la vida te resultan frustrantes y angustiosas. Y no, tampoco estás loco, es una cuestión de biología: nuestro cerebro se siente más cómodo cuando el entorno es estable y seguro.
Además, estamos tan sobre-informados que el famoso parálisis por análisis siempre termina por retroalimentar nuestra sensación de bloqueo y de frustración.
¿Te gustaría descubrir qué hacer cuando no sabes qué hacer?
Si lo que quieres es cambiar de rumbo y tomar el control de tu vida, te invito a que leas este artículo.
¿Qué es lo que realmente quieres en la vida?
Parece fácil de resolver, pero creo que es una pregunta trampa. Que levante la mano el que sepa qué quiere hacer con su vida y que jamás haya dudado sobre ello.
Simplemente quero invitarte a mirar un poco más allá.
Quizás tú no sepas qué quieres, pero tu cerebro sí sabe necesita: seguridad
Desde pequeños, nos inculcan que luchemos por nuestra seguridad y, aunque esto, de por sí, no está mal, puede hacer que nuestra felicidad quede en segundo plano.
¿Conoces a algún niño pequeño al que algún adulto le haya preguntado qué es lo que le mueve o qué le hace feliz? Probablemente, no.
¡Ojo! Los adultos no educamos así a los más pequeños de forma malintencionada, al contrario: igual que nos preocupa nuestra seguridad en el futuro, también los preocupa la de nuestros hijos. Y, consciente o inconscientemente, buscamos el modo de transmitírselo.
No obstante, que desde niños recibamos este tipo de mensajes hace que integremos algunas creencias limitantes que se fundamentan en la idea de que el mundo es un lugar inseguro y que solo podemos sobrevivir ejerciendo las profesiones que “tienen salida”.
Y entonces ¿Qué pasa?
Que nos olvidamos de nuestra creatividad. Que nos alejamos de eso que realmente nos llena (sí, eso que, de solo pensarlo, nos provoca un “no se qué” en el estómago). Que nos desconectamos de nuestras verdaderas habilidades y talentos.
En definitiva, que nos abandonamos. Y esto, a la larga, puede traernos serias consecuencias. Hemos derivado tanto de quién somos profundamente que puede que nos damos cuenta que no nos gusta nuestra vida. Y por eso tal vez te encuentras en el punto que digas “tengo 30, 35, 40, 50 (inserta lo que te corresponde 😉) años y no sé que hacer con mi vida.
Pero, no te preocupes, ¡todo tiene solución! 😉
“Desde pequeños, nos inculcan que luchemos por nuestra seguridad y, aunque esto, de por sí, no está mal, puede hacer que nuestra felicidad quede en segundo plano”
¿Cómo descubrir qué hacer con tu vida?
Para saber qué hacer cuando no sabes qué hacer, el primer paso que debes dar es aceptar que no sabes qué no lo sabes. Evita entrar en un espiral de negación, queja y pesimismo.
Y ahora te dejo cuatro ideas que te servirán para empezar a empoderarte.
>> Sal de donde estás ahora
A veces, nos vemos sin fuerzas para emprender nuevos proyectos porque, sin darnos cuenta, las estamos “malgastando” en un lugar erróneo. Un entorno tóxico o sobrecargado (laboral o familiar) y la presión a la que ahora mismo estás sometido puede llegar a nublar tus pensamientos e impedir que pienses con claridad.
Sé que suena complicado, pero… Sal de ahí. No me refiero a que lo abandones todo y que te vayas (aunque, si verdaderamente lo necesitas, ¡hazlo!), sino a que te concedas un tiempo para estar solo y para pensar. Pueden ser unas horas, unos días o incluso unas semanas.
Para descubrir qué hacer cuando no sabes qué hacer, debes concederte todo el tiempo que necesites. Te lo mereces. Recuerda que es tu salud mental la que está en juego. Solo así permitirás que tus pensamientos vayan surgiendo con fluidez y, por fin, podrás escucharte con atención.
>> ¿Cuáles son tus valores?
A veces, nos estancamos porque jamás nos hemos preguntado cuáles son nuestros valores. Vivimos en piloto automático y no nos preguntamos si nuestra vida se alinea con ellos. Si la libertad es algo crucialmente importante para mí, ¿cuánto este valor está presente hoy en mi trabajo?
¿Crees que tienes todas tus necesidades cubiertas? ¿Hay algo que estés intentando acallar?
Conocerse a uno mismo implica saber cuál es nuestra filosofía de vida. Y eso te ayudará sin duda a encontrar tu camino.
Para poder actuar de forma coherente con nuestros valores, es decir lo que es fundamental para nosotros, primero debemos conocerlos. Y esto requiere introspección, pausa y autocompasión. Concédetelas.
>> ¿Cuál es tu concepto de éxito?
Para alcanzar el éxito, primero debes definirlo. ¿Vives tu vida siguiendo los dictados de tu corazón o te dejas llevar por “lo correcto” o “lo establecido”?
Algunos asociarán la palabra “éxito” a tener dinero, fama o reputación. Otros simplemente creerán que el éxito consiste en crecer profesionalmente. Y otros simplemente pensarán que el verdadero éxito para ellos está en saber apreciar la belleza de las cosas más triviales.
Y todos estos puntos de vista son respetables, mientras sean auténticos.
Olvídate de lo que los demás piensan acerca del éxito. Si lo haces, perseguirás algo que, a la larga, no te hará feliz. Mira a tu interior y pregúntate cómo defines el éxito y muévete en sintonía con ello.
>> ¿Qué es lo más importante para ti?
Es importante que aprendas a distinguir qué te importa y qué no para saber en qué debes invertir tu energía. Solo así podrás empezar a actuar.
Recuerda que de toda crisis nace una oportunidad. ¿Sabes ya cuál es tu oportunidad?
